miércoles, 22 de septiembre de 2010

El desasosiego de “Crece 2010”

Que nadie lleve a su pequeño infante a ver “Crece 2010” en el Teatro Circo Price porque no es un espectáculo para niños. O al menos así me lo pareció a mí, porque la sensación dominante con la que salí de allí fue el desasosiego. Y es que hasta su payaso era desasosegante… ¡Qué carajo! Era acojonante. A mí se me llega a acercar y por la noche me hago pipí en la cama. Eso sí, era un artista como la copa de un pino, cómo es posible que pudiera hacer a la vez malabares, acrobacias, chistes y juegos vocales… Pero en eso consiste el circo, en que te preguntes varias veces eso de “cómo es posible”, en que hagan fácil lo imposible, y en este espectáculo también se consigue, aunque la Ley de Prevención de Riesgos Laborales le haya quitado mucha emoción -o más bien toda- a algunos de los números. De todos ellos el que más me gustó fue el de los cuatro chicos saltando sobre un balancín, especialmente por el baterista que tocó en directo y que acompañaba perfectamente a cada acrobacia. También es digna de destacar toda la música en su conjunto, que me pareció maravillosa, la iluminación y la utilización de elemento no habituales bajo la carpa como el aro gigante o las estructuras de madera donde se enrolla el cable. Eso sí, todo esto no impidió que en algunos momentos se hiciera un poco lento. Hasta el 30 de septiembre tenéis tiempo para forjaros vuestra propia opinión al respecto.

1 comentario:

  1. Hola! Me he dado una vuelta por aquí y es curioso los gustos tan parecidos que tenemos.
    Veo que eres de Madrid. En un viaje de estos míos por allí me coincidió con un espectáculo de terror en ese circo. Hubiera ido bien a gusto pero siempre que voy a la capi no me da tiempo de hacer ni la mitad de las cosas que quiero. Aishhh!

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