lunes, 14 de diciembre de 2009

Silvio y el “cuerdo loco”

Parece que se la estaba buscando. Silvio no ha parado de provocar no desde que está al frente del Gobierno italiano, sino desde mucho antes, desde que castigó nuestras retinas con bodrios como “Goles son amores” o el programa ese de Jesús Gil en un jacuzzi en su entonces Telecinco del alma. Y claro, ha habido un tipejo que no ha podido aguantar más y le ha saltado dos dientes al estilo de los tebeos de Mortadelo y Filemón. Ahora, a mi me asalta una duda: ¿por qué siempre que alguien le cruza la cara a un primer ministro, le tira un zapato al presidente de un país norteamericano, o dispara a un sumo pontífice lo primero que se nos dice es que tenía problemas psiquiátricos? Y añado: ¿Por qué siempre me tengo que creer ese dato? ¿Nos lo dicen como agravante o como atenuante del hecho? ¿Quién no ha tenido alguna vez, en mayor o menor medida, un conflicto con su coco? ¿Y es esa razón para no hacer las cosas dentro de sus cabales, convencido de que lo que hacía correspondía exactamente a lo que pensaba, con lo que quería hacer? A lo que quiero llegar es que porque le des un puñetazo a Silvio Berlusconi no forzosamente tienes que estar loco. Es más probable que estuviera harto.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Amistades lastre


Ufff, ayer tuve una cena de Navidad con mis amigos de toda la vida que yo misma organicé y que, varias horas después, me produce sentimientos encontrados. Por una parte, me hizo mucha ilusión quedar por ellos. Por la otra, me la suda quedar con ellos. Bueno, o con parte de ellos. Y es que cada día que pasa más tensión me producen este tipo de eventos. Además, con una parte de ellos mantengo un contacto constante. Con los que no, no lo mantengo o bien porque, por las circunstancias que sean, ellos pasan, o porque soy yo la que paso. Hay que asimilarlo: las cosas no pueden ser siempre como cuando íbamos al instituto. Las circunstancias de la vida nos hacen cambiar a todos y a muchos ya no les reconozco. Los que antes dormían una noche sí y otra también en el campamento del “0,7 ya, solidaridad”, ahora hablan de que sus obreros no quieren trabajar o de los últimos avatares de sus asistentas. No es que yo me considere más progre que nadie, es que yo creo que no se debe cambiar tanto, al menos así lo he intentado. Si el cambio hubiera sido al revés, de pequeños burgueses a líderes de la clase obrera, también me habría llamado la atención. Quizá a muchos nos da miedo afrontar que a lo largo de la vida hay que ir dejando atrás ciertas “amistades lastres” que han llegado a un punto de no retorno, a pesar de que en un momento fueron muy importantes, y centrarnos única y exclusivamente en aquellas que nos siguen aportando algo. O mucho. Muchos reconocerán que a veces se mantiene en contacto con gente por costumbre, sin querer ver que no les hemos echado de menos durante el año que ha transcurrido desde la anterior cita navideña.

martes, 10 de noviembre de 2009

Hazme sitio, París


Por cuestiones que ahora no vienen al caso en el último año y medio he viajado en tres ocasiones a París. Hasta la primera de esas estancias era Roma la ciudad que ocupaba el primer puesto de mis urbes preferidas (siempre, y muy de lejos, por detrás de, como dice el maestro Sabina, la insufrible pero insustituible Madrid), seguida de Amsterdam. Pero París ha venido a poner en jaque todos mis pilares. Aún no tengo claro en que puesto ponerla, eso sí, sin duda en el podium. Sin embargo, eso no me impide verle algunos defectos. Por ejemplo, y aunque a algunos les pueda parecer su principal virtud, está su armoniosa homogeneidad. Es tanta, que la primera vez que estuve me pareció un "barrio de Salamanca gigante", no había matices, llega un momento que todas las calles te parecen iguales. Eché en falta un casco viejo, porque no olvidemos que la antigua Lutecia tiene más de dos mil años de historia y, sin embargo, todo lo que se ve es obra y gracia del barón Haussmann en el siglo XIX. Por el contrario, fue lo opuesto lo que menos me gustó de Londres: su excesiva heterogeneidad de barrios. Por el momento me quedo con un termino medio.

Otra de las cosas que me saca de mis quicios de la capital francesa es su falta de espacio. Dos de las veces que la he visitado ha sido en verano, pero en invierno debe ser una pesadilla: no quiero ni imaginarme lo que debe ser quitarte el abrigo, la bufanda, los guantes, el bolso y sentarte en un café parisino... ¡Todo un número de malabarismo! Y es que las mesas están tan cerca que el codo lo tienes que poner en la rodilla de el de al lado. Y menos mal que el francés no se me da muy bien (me refiero al idioma), porque si no sería una pesadilla para mí enterarme sin remedio de la conversación de los de la mesa contigua... ¡Demasiada información para alguien tan cotilla como yo!

Lo de los baños ya se lleva la palma. Por ahorrar espacio los hacen siempre unisex, ya sabéis, todos al mismo y punto. ¿Y dónde carajo encuentran unos lavabos tan pequeños? Porque cuando te lavas las manos se va más líquido fuera que dentro. Y también están las escaleras, porque las únicas que prácticamente he visto que no fueran de caracol fueron las de la Ópera Garnier y las de los Invalidos (y solo porque allí si van sobraos de espacio). ¡Qué dimensiones tendrá el piso medio parisino!

Bueno, en próximas ocasiones os comentaré más impresiones made in me de la llamada "Ciudad de la luz".

lunes, 19 de octubre de 2009

Manifestaciones para todos los gustos



¿Una manifestación a favor de la vida? ¿Para cuándo una en contra de la muerte? Estoy segura de que Aznar también acudirá a esa... O no.

domingo, 18 de octubre de 2009

"40 El Musical", oda a los intereses de Prisa


Definitivamente los musicales teatrales no son lo mío. Quien quiera encontrar en ellos sesudas reflexiones sobre la existencia del alma lo lleva crudo. Sin embargo, los amantes del género que paguen religiosamente su entrada, que me consta que no es precisamente barata, verán cumplidas sus expectativas con "40 El Musical".


Y es que cuenta con canciones pegadizas, una trama cargada de humor, amor y tragedia -excesiva esta en su segundo acto-, una explosiva escenografía, cantantes y bailarines guaperas... Pero los profenos le podemos encontrar algunas pegas. La primera, el argumento, que se parece más a un episodio de "Escenas de matrimonio" que a "La casa de Bernarda Alba". Daniel Sánchez Arevalo, autor del libreto y de películas como "Azúloscurocasinegro" o "Gordos", recurre a chascarrillos y a temas que siempre provocan el morbo, como la represión de la homosexualidad, la infidelidad o la burla hacia la religión, y que además lo hace de forma algo casposa. A mí personalmente me gusta un millón de veces más una obra de la sin par Lina Morgan que este sainete rítmico. Pero entretiene, que es lo que importa.


La elección de canciones salta a la vista, bueno, mejor al oído, que responde a una serie de intereses empresariales, ya sabéis, me refiero a la relación de la emisora de Prisa con ciertas discográficas. Solo así se explica la presencia de un tema de Nena daconte o dos de Miguel Bosé y de su amigo Alejandro Sanz, y la ausencia de nuestro añorado Michael, Beatles, U2, el Boss, o, sin irnos tan lejos, del maestro Serrat. Si pretenden ser representativos no lo consiguen. Pero todo el mundo se las sabe, que es lo que importa.


Y respecto al reparto, ellas dejan el listón algo más alto que ellos, por lo menos en lo que a interpretación vocal se refiere. Y las coreografías ni fu ni fa, nada espectacular ni sorprendente. Pero ellos están tremendos y ellas jamonas, y es lo que importa.


En definitiva, "40 El Musical" te ofrece ni más ni menos que lo que se podía esperar: un producto comercial dirigido a un público que solo quiere pasar un rato divertido y no pensar en demasía. Le auguro un grandísimo éxito.

sábado, 17 de octubre de 2009

Un nuevo Timmy O'Toole televisivo


Una vez más los Simpson han ejercido de profetas del siglo XXI ya que, como eternamente se suele decir, su ficción ha superado a la realidad. Tan solo hay que ver el episodio -sin duda, uno de los mejores- de Timmy O'Toole, un niño que Bart se inventa y que hace creer que está atrapado en un pozo, y compararlo con la historia del ya famoso "niño del Globo".


Para los cuatro ciudadanos del planeta que aún no se hayan enterado del fenómeno, haré un breve resumen. El pasado jueves por la tarde un globo de helio con forma de platillo volante voló, alcanzando una altitud de 3.000 metros, sobre el estado de Colorado (¿qué de dónde? pues de donde siempre, de los Uniteds) durante tres horas, con la posible presencia de un niño en su interior. Pues después de movilizar a medio mundo, ya que se retransmitió en directo en ambas orillas del Atlántico, el "jod..." chico estaba escondido en el desván de su casa.

Lo grave de todo esto es que parece que se confirma que se trata de un montaje de sus progenitores, experimentados ex-concursantes de realitys, como el infante medio confesó nada menos que a la CNN. La mamarrachada les ha salido bien, porque el mundo entero estuvo paralizado por sus quince minutos de fama warholiana. ¿Cómo la policía no revisó la casa mientras desplegaba semejante dispositivo? Sin embargo, lo que más fuerte me pareció es que se paralizaran los informativos mundiales para seguir esta hipotética noticia. Esta es una tendencia que en España se viene desarrollando con éxito desde hace tiempo, como bien demostró La 2 Noticias durante la era Lorenzo Mila-Fran Llorente, para quienes era más importante que un canguro pintara un cuadro con la cola en el zoo de Sidney que cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Cualquier cosa antes de que pensemos por nosotros mismos.

Lo peor de todo es que yo misma contribuyó al fin publicitario de estas dos "piezas" escribiendo sobre ellos en este blog...

martes, 13 de octubre de 2009

El payaso preferido del Principito

Slava Polunin es un habitual colaborador del Cirque du Soleil, y eso se nota en su más reciente espectáculo, “Slava’s snowshow”, ya que al igual que en los montajes de la conocida compañía canadiense, en el suyo la imaginación también rezuma por los cuatro costados. Aquí da vida a un quisquilloso pero a la vez dulce payaso que nos trasladará, junto a cinco estrafalarios amigos, a un mundo onírico repleto de pompas de jabón, lunas, columpios y notas musicales. Sin una línea argumental clara, las escenas se suceden, alternando las sonrisas con la melancolía. Cuenta con un vestuario elegante pero exageradamente informal, una mullida escenografía y con unos juegos de luces, que sobre todo eran eso, juegos.

¿Su pecado? Recurrir a recursos fáciles y muy vistos, como hacer aplaudir al público como si de focas del circo se tratase. Eso sí, resultó tan efectivo como para un constructor regalarle un Rolex a un concejal del PP (si no metía una puya reventaba, aunque no venga al caso).

¿El capricho? Permitirnos a los espectadores el poder jugar con una infinita tela de araña o con balones gigantes ligeros como burbujas.

Aunque en un primer momento su estética me dio algo de “repelús”, por lo que no lo considero un espectáculo muy adecuado para niños, me volví a casa con una dulce sensación en el espíritu, la misma que me transmite el pequeño príncipe de Saint-Exupéry.


Uno de los momentos más románticos y evocadores de "Slava's snowshow", que actualmente se puede ver en el teatro Nuevo Apolo de Madrid.


viernes, 9 de octubre de 2009

ZP Girls

¡Yujuuuu! ¡Lo conseguí! ¡He aguantado nosecuantos días sin hablar de las hijas de ZP! ¡Y eso que se aproxima la Noche de todos los Santos (anglosajonamente conocida como Halloween)! Soy una fiera.

viernes, 18 de septiembre de 2009

¡Michael sigue vivo!

Sí, amigos lectores (en el caso de que algún día los tenga): ¡Michael no ha muerto! Y que nadie pregunte que Michael porque Michael, para bien o para mal, solo hay uno. Sé que hace unos días pudimos ver su multitudinario entierro (¡por fin!) en Los Ángeles, pero os aseguro que sigue respirando en algún lugar y que todo responde a un plan orquestado desde hace tiempo. Y a las pruebas me remito:

  • Meses antes de su supuesto fallecimiento se le vio en la localidad francesa de Saint Tropez andando con zapatos de tacón.
  • También fue fotografiado con burka durante una de sus estancias en Bahrein.

La conclusión está clara: su sueño siempre fue ser una mujer, más concretamente... ¡Su hermana Latoya! Y es que estoy convencida de que nos han dado el cambiazo, y que el cuerpo presente realmente pertenecía a su idolatrada hermana mientras él seguirá por ahí de plató en plató. ¿La prueba definitiva? Los parecidos realmente más que razonables. Seguiré esta línea de investigación.




La Espe y sus "grandes amigas"

Pues sí, antes o después tenía que atreverme a coger este blog por los cuernos, y creo que ese momento ha llegado en este instante. Son muchos los temas que aporrean mi frente con la intención de salir, pero he decidido dedicar este estreno a una de las musas que más me inspiran: la sinpar “Espe”, sí, sí, la Aguirre. Y es que lo de esta buena mujer y su Administración no tiene nombre, aunque en esta ocasión no haya sido ella el brazo ejecutor de lo que voy a narrar (como tampoco lo fue Charles Mason en su momento y no por eso ha pasado a ser un angelito). Al grano: hace unos días tuve la oportunidad de poder ver la magnífica exposición de la fotógrafa Annie Leibovitz que hasta el próximo 20 de septiembre se puede ver en una sala de la Comunidad de Madrid en plena calle de Alcalá. Sin mencionar que me fue requisada temporalmente una cuchara para poder entrar (ya sabéis que la CIA las considera armas de destrucción masiva), mi sorpresa llegó cuando leí el texto de introducción que hay al principio de la exposición. En él, resumidamente, se decía que en la muestra se podían ver muchas de las fotos que le encargaron a Leibovitz las revistas para las que ha trabajado, escenas de su vida familiar, e imágenes de su “gran amiga Susan Sontag” (textual). ¿Gran amiga? Hombre, aunque el espectador no conociera la relación que unía a estas dos grandes mujeres, después de una hora viendo a Susan Sontag en la bañera, desnuda sobre una cama al amanecer, o en íntimas y dolorosas escenas de hospital luchando contra el cáncer es fácil deducir que eran pareja, matrimonio, amantes o como se quiera decir, pero desde luego algo más que “grandes amigas”. Vamos, que para la “Espe” y sus acólitos, responsables últimos de esta exposición, Oscar Wilde o Andy Wharhol eran los tipos más simpáticos y sociables del mundo, porque tenían un montón de “grandes amigos”. En fin, esta es la hipocresía con la que el régimen de la marquesa de la Puerta del Sol quiere ocultar lo inocultable: el amor, la pasión, el cariño, la complicidad entre dos personas, independientemente de su sexo. En homenaje a Annie Leibovitz y Susan Sontag añado algunas de las imágenes que más me gustaron de la exposición.