martes, 12 de enero de 2010

Tamara Falcó y Luis Medina... ¡No me lo puedo creer!


Ni el de Gonzalo Miró con Amaia Montero, ni el de Viggo Mortensen con Ariadna Gil... Sin lugar a dudas el romance más increíble y genial de lo que llevamos de año es el que protagonizan Tamara Falcó y Luis Medina. Aún no he visto imágenes de semejante unión, pero si lo ha dicho el Hola va a misa, que para algo las madres de ambos son sus sumas sacerdotisas... Bueno, más la de ella que la de él.

Cuando la monarquía española se ha acercado al pueblo llano en forma de currante divorciada con piso en Valdebernardo, la nueva realeza, la del papel couché, hace oídos sordos y sigue con la endogamia que siempre le ha caracterizado. Tamara es, sin duda, la más guapa de las hijas de Isabel Preysler. Sin embargo, la pobrecita mía la caga cada vez que abre la boca. Aún estoy intentando entender cómo pudo chocarse frontalmente con su Mini Coupé contra el Starbucks de la calle Fuencarral saliendo de un garaje que había en el local de al lado... ¡Mira que debe ser difícil! Pero ella es así, única. Pero para único él. También sigo flipando después de verle en el super-hiper-pijo de la muerte programa de Marta Robles en Telemadrid. Allí hablaba de sus objetos preferidos, como esas horripilantes camisas azules con el cuello blanco, o sus "sleppers", calzado que él mismo distribuye y, que no venga a engañarnos, son las zapatillas de estar por casa de toda la vida pero que tienen un bordado muy chic en vez de la hoja de marihuana que ha llevado mi "pariente" hasta hace unos días. En fin, que son tal para cual.

Como conclusión, si ya tenía ganas de ver cómo serán de mayores los hijos de Brangelina y de Steffi Graf y André Agassi, no os quiero ni contar las que tengo respecto a los churumbeles de estos dos. ¡Que el amor os dure muchos años!

lunes, 11 de enero de 2010

Citologías rebajadas


Es curioso que, a pesar de tener muy pocas entradas aún en mi blog, dos de ellas las vaya a protagonizar Esperanza Aguirre. Quizá debería eliminar mi “altarcito” al sin par e inolvidable Blas Castellote y dedicárselo a la también sin par –y espero que pronto olvidable– Espe. Y es que hace unos días leí en un periódico una carta de protesta de una asociación de matronas en la que dicho colectivo se quejaba de la decisión de la Sanidad madrileña de delegar la toma de citologías a cualquier enfermero en vez de que las siguieran tomando ellas, especializadas en hurgar en partes tan delicadas. Es decir, que las mujeres madrileñas hemos pasado de que nos tomaran estas muestras los ginecólogos, a que lo hicieran las matronas, y ahora una enfermera. A este paso pronto las citologías nos las hará el quiosquero del barrio. De todas formas, no sé de que me extraño, porque es un síntoma más de la grave enfermedad que sufre la Sanidad de la región desde que se contagió de un temible virus llamado Esperanza Aguirre. Desde aquí os invito a todas a presentar una reclamación en vuestros respectivos Centros de ¿Salud?

Por cierto, os animo a visitar la página amoveo.es, en la que podéis comprar figuras de fieltro tan graciosas como la que ilustra esta entrada.

viernes, 8 de enero de 2010

21 días... incomunicado


Se me acaba de ocurrir un tema estupendo para el programa que presenta la periodista Samanta Villar en Cuatro. Se titularía "21 días incomunicada" y consistiría en que la intrépida reportera pasara 21 día enjaulada, sin hablar con nadie, ni siquiera con su familia... Bueno, en realidad esta idea no es demasiado original, ya que precisamente eso es lo que ha experimentado a la fuerza López de Uralde, presidente de Greenpeace España, en Copenhague, la "civilizada" capital de Dinamarca, tan solo por haber expresado su opinión pacíficamente. No ha sido muy buena la imagen que nos hemos podido llevar del nórdico país tras ver y oír lo que nos ofrecían los medios de comunicación durante estos días... ¡Cualquiera se mete ahora con la sosa de su sirenita! Y es que está visto que si dices o haces algo en contra del sistema establecido la represión no tardará en aparecer, en su más amplia desproporción. Parece mentira que esto haya pasado en un país cuya reina -puesto ya de por sí casposo-, siempre había destacado por cierta modernidad y descaro ante los protocolos establecidos, que fuma como una carretera o incluso se diseña sus propios vestidos. Veo que las mejores de sus virtudes no se han contagiado a sus súbditos, que son capaces de aceptar que se encierre a una persona que no ha cometido ningún delito que conlleve violencia en una celda con 60 presos comunes durante 24 horas, sin sitio para sentarse; y que no se le permita contacto con un abogado o con su familia durante 20 días. ¿Eso es un país civilizado? Pues entonces que me expliquen como es uno incivilizado.
No seré yo quien más se identifique con la causa de López de Uralde y su Greenpeace, creo que la dirección de sus acciones no es la más acertada. Pero sí digo que de mayor me gustaría ser como él y sus compañeros, capaces de sacrificar parte de su vida en pro de unos ideales que nos benefician a todos, y encima hacerlo de una manera pacífica. Desde aquí mi apoyo y admiración para todos ellos.

sábado, 2 de enero de 2010

Comidas de empresa: ¡Cuidado con el despiporre!


Si hace unos días os hablaba de la melancolía que me producen las cenas navideñas con amigos, hoy hablaré del sentimiento que me provoca mi comida navideña de empresa, que es todo lo contrario: euforia. Y es que estoy convencida de que muchas parejas han sobrevivido mucho más tiempo del que debieran precisamente gracias a este tipo de eventos, en lo que hay que ver como se despendola la gente, y se deshace de toda la presión laboral-familiar-sentimental a golpe de cadera. Y por las misma razón, creo que otras muchas parejas se habrán venido abajo.

Y es que en estos guateques la peña pierde los papeles que da gusto (en una de hace unos años una incluso se saco una teta en un bar), aunque en la gran mayoría de los casos no llega la sangre al río. Aún así, creo que son muy necesarios para nuestra salud mental. Soy de las que siempre le ha encantado ver a los jefes perder el control y bailar "Macarena" con la corbata atada en la frente. Esa imagen se me repite mucho en la mente a lo largo del año. Por otro lado, muchas veces las mujeres nos vemos obligadas a hacer "la cobra" ante el baboso de turno o a apartarnos de ese otro que arrima "la cebolleta" todo lo que puede, pero en los últimos tiempos he observado que los chicos también son sometidos al acoso de las "depredadoras de medianoche". No está mal que en esto también llegue la igualdad. De cualquier manera hay que tomárselo con sentido del humor mientras te tomas un gelocatil al día siguiente. Eso sí, cuidado con lo que se dice, que estos fiestorros no son el mejor lugar para exponer quejas laborales.