jueves, 23 de diciembre de 2010

Dura decisión: el amor o el deseo

Ella se estaba volviendo medio loca. Ahora entendía la frase que pronunció aquel gran filósofo... "La noche me confunde". También ella estaba confundida, y le daba rabia estarlo, porque no acababa de entender cómo son las cosas. En concreto, no podía entender cómo ella, la que siempre tenía las cosas claras, podía desear (que no querer) a dos hombres y no estar loca. Sobre sus espaldas portaba la losa de una educación católica, del respeto al que dirán, del pánico a dejarse llevar por sus instintos más primarios... La tentación se le había presentado varias veces, pero quizá esta, la de aquella noche, era la primera vez que se la habían puesto en bandeja: "Te echaba un polvo aquí mismo". Y de quien venía la proposición, sin ser un Brad Pitt o un Johnny Deep, no le disgustaba. Es más, le agradaba mucho, porque cumplía con su principal requisito para el sexo masculino: le hacía reír. Eso, más las copas, más los bailes, más las confidencias, más los abrazos, le hicieron estar a punto de cruzar la frontera. Bueno, incluso puso un pie más allá, porque de despedida se atrevió a darle dos besos en la boca... Ahora ya no quería saber nada más de él, no porque le desagradara aquello, sino por todo lo contrario, porque no quería que se repitiera (aunque en su cabeza ocurriera una y otra vez). Eso le había podido costar lo más valioso que había conseguido en su vida, a su amor, aquel que le aguantaba cuando se ponía frenética, aquel que la abrazaba cuando no podía dejar de llorar, aquel que le hacía ser mejor persona a la vez de ser capaz de hacerle perder la cabeza, y el mismo que, además, le hacía reír sin parar. No, cuatro copas, dos besos robados, sentirse deseada por un casi desconocido, no podían tirar por tierra aquel amor. Aunque supiera que la tentación volvería a presentarse.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Scissor Sisters se rinde al talento de la productora catalana Canada

Gracias a El País hoy he descubierto un magnífico vídeo musical: el del tema “Invisible light”, de Scissor Sister. Esta pequeña película cuenta con la particularidad de haber sido realizada por Canada, una productora catalana integrada por tres directores de cine y publicidad que se están haciendo un hueco en el mercado internacional. Aquí mezclan lo onírico con el sexo y la violencia, en mi opinión con claras referencias al universo de Buñuel. El vídeo ha sido realizado en su totalidad en nuestro país, con profesionales españoles, lo que constituye una pequeña muestra del potencial creativo que existe en España y que tan imprescindible nos va a resultar en todos los sectores para salir de la actual (y poco mencionada) crisis. Desde aquí mi humilde enhorabuena a los responsables de este brillante trabajo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

“Sherlock”, el personaje de Conan Doyle en el Londres actual

Creía que no había más vida televisiva tras la desaparición de “Perdidos”, pero cuán grata ha sido mi sorpresa cuando he descubierto grandes destellos de calidad en “Flashfoward”, “Dexter”, “Los Tudor” y, sobre todo, en “Sherlock”. Muchos dirán que esta última carece de originalidad, que tan solo han llevado al personaje de Conan Doyle al Londres de la noria del Milenio y que se trata de una serie más dedicada a resolver crímenes al estilo de “CSI” en cualquiera de sus variantes urbanas, pero yo no estoy de acuerdo. Las tramas de los tres episodios que hasta el momento hemos podido disfrutar son simplemente perfectas dentro de su enrevesamiento. Si se piensa que la cosa decae en el segundo episodio solo hay que esperar al tercero, que es por lo menos tan bueno como el primero. La ambientación también traslada la época victoriana al London actual, con una fotografía gris que podría arropar al mismísimo Jack el Destripador. Tiene también ese punto de distinción y elegancia que caracteriza a las producciones de la BBC por mucho que me pese (porque aunque pueda parecer lo contrario, nunca he sido gran amiga del mundo “guiri”). Y qué decir de sus actores. Martin Freeman, próximo Bilbo Bolsom en “El Hobbit”, antes que en su papel de Dr. Watson ya me tenía conquistada con el del romántico actor porno de “Love actually” y el de ácido empleado de “The office” (en la buena y original, es decir, la versión británica). Pero el gran descubrimiento es Benedict Cumberbatch, un actor con un rostro tan magnético como enrevesado es su nombre, un intérprete que ha dotado a su personaje, el de Sherlock, de una personalidad propia que muchos comparan con el de House pero que para mí no tiene nada que ver, al menos por el momento, ya que Holmes muestra más seguridad interior que el doctor americano y un halo de misterio que lo hace imprescindible. Cumberbatch es una especie de nuevo Daniel Day Lewis del que seguro veremos muchos más trabajos en cine y televisión. Para empezar, ya anuncian su presencia en lo nuevo de Spielberg, “War horse”, y en un biopic de Charles Darwin. Lo único malo de esta serie: en su página de Wikipedia se dice que la segunda temporada llegará en otoño de 2011 (aunque en otras páginas apuntan a que llegará a principios del próximo año, esperemos que así sea).

jueves, 2 de diciembre de 2010

"insurance.aes256", el seguro de vida de Julian Assange

Que no, que no me lo creo. Que la acusación de violación y acoso sexual que le ha caído encima a Julian Assange, creador de Wikileaks, tiene toda la pinta de ser una trampa para pararle los pies. Que me parece mucha casualidad que para cuatro días que pasó este verano en Suecia, este tipo se dedicara a esos "menesteres" con todo lo que tiene que tener en la cabeza. Que me parece muy raro que tratándose de la persona más famosa del Planeta en los últimos días, no haya aparecido todavía en ningún periódico sensacionalista británico, alemán o, por qué no, estadounidense, una entrevista a la víctima de la violación y/o del acoso. O al menos algún dato, porque al menos yo aún no sé ninguno. Vamos, que lo mismo le quieren empapelar por delitos sexuales, que pudiera haber sido por fraude fiscal o algo por el estilo. Claro, Assange ha puesto pies en polvorosa y se encuentra en paradero desconocido. Y además se guarda un as en la manga: "insurance.aes256", un archivo que todavía nadie ha abierto y que asegura que será su seguro de vida. Podría ser un farol, pero visto lo visto respecto a la veracidad de lo que Wikileaks ha publicado en los últimos días, yo no estaría tan segura: ¿Qué contendrá? Ni si quiera puedo imaginármelo... En definitiva, creo que le quieren convertir, principalmente desde Estados Unidos, en un nuevo "Bin Laden", y solo por hacer público lo que muchos no quieren que sepamos. Un atropello más de la llamada "sociedad democrática occidental", la misma que critica la condena a la pena de muerte de una mujer en Irán pero que no dice nada de los muchos que mueren cada año en el país de Obama por la misma causa. Y eso por poner solo un ejemplo.