jueves, 20 de octubre de 2011

Con tu música a otra parte


Un nuevo indicio de que me estoy haciendo vieja: antes me parecía maravilloso que los españoles fuéramos uno de los pueblos más ruidosos del mundo, que siempre estuviéramos rodeados de música, de risas, de charlas... La historia ha cambiado para mí, y sobre todo en lo relativo a mis viajes en el Metro. Ya que todos los días tengo que pasar una hora de ida y otra de vuelta como mínimo en los túneles del metropolitano, intento dedicar ese amplio espacio de tiempo a actividades tan productivas como dormir (llego a soñar y yo creo que incluso a que se me caiga la baba), leer, o escuchar música, esto último siempre con mis cascos. Intento que ninguna de estas tres acciones molesten a mis compañeros de viaje, pero está claro que no todo el mundo piensa como yo, sobre todo en lo relativo a la última. Me refiero a esos personajes que tienen la delicadeza de compartir sus politonos con todos nosotros y que, curiosamente, no suelen destacar por ser melómanos de gusto exquisito. El otro día me eché a la cara uno de esos sujetos, y tras pedirle que se pusiera unos cascos, me contesta, muy bravo, "es que no tengo". ¡Para chula yo! Así que le dije, "pues entonces, si no te importa, apaga la música". Sí, la verdad es que no imponía nada, más bien estuve educadita y algo mojigata, como me enseñaron en mi casa, lo que no impresionó nada al susodicho porque pasó de mí olímpicamente (¿veis cómo estoy vieja? ¡Qué expresión más ochentera!). Lo que me lleva a pensar que quizá lo mejor es no prestarles atención, que al fin y al cabo es lo que quieren llamar. Así que, si éramos pocos, la abuela se puso de parto, porque bastante era aguantar a las 8:30 de la mañana a algunos músicos-limosneros con menos oído que Leonardo Dantes, pero al menos ellos lo hacen para buscarse la vida. Ahora parece que tenemos que aguantar también a más de un dj poligonero... En fin, habrá que echarle paciencia. O no.

2 comentarios:

  1. Hemos pasado de una educación en, algunos casos obsesiva, a la falta total o casi total de ella, de valores, de respeto por los demás...
    Venía a criticar un poco a este blog, pero veo que no es tarea fácil a primera vista, pues está todo muy bien, se podría achacar un exceso de sobriedad pero es mejor eso que lo cargado o chabacano. He llegado desde los Premios 20Blogs.
    También participo, mis blogs son:
    En Humor (competencia directa) con La vida es cojonuda
    y en Personal con Busco un libro, pero no sé el...

    Si te apetece y tienes tiempo estaré encantado con tu visita, aunque seamos competencia directa.

    Saludos cordiales

    Javier (Toupeiro)

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  2. La verdad es que los que van en el metro con los politonos o con la radio a cuestas -es raro, pero hay- son lamentables. Aunque no sé si peores que los que van cantando o hablan como los primitivos. Me gusta el tono crítico de tu blog. Mucha suerte en el concurso Premios 20blogs y un abrazo desde Cronómetro de Récords.

    Un saludo,

    Toni

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