Siento decirlo (qué leches… no lo siento nada), pero lo que más me ha emocionado de la final del Mundial ha sido esto… ¡Si es que estoy hecha una sentimental! Y no me importa decirlo: he llorado (aunque tampoco tiene mucho mérito ya que a mí las lágrimas se me saltan hasta con el anuncio de El Almendro). Eso sí que es ponerse al mundo por montera, y la que diga que no envidia a la Carbonero en ese momento miente como una bellaca. Ahí queda eso:
Río Salvaje (Wild River, 1960)
Hace 3 semanas
No hay comentarios:
Publicar un comentario